Ya hace casi un mes que regresé de mi segundo viaje a la India, pero todavía siento que no me he recuperado. He vuelto a convivir con una realidad a la que me opongo. ¡Cómo podemos permitir que todavía haya personas que vivan en estas condiciones! He visto niños con discapacidad visual, sensorial, con parálisis cerebral, con el VIH, mujeres luchando por su dignidad para ser reconocidas por lo que son, etc.

No te acostumbras nunca a ver a otras personas que tienen necesidades

Creo que este viaje me ha resultado más duro si cabe que el primero. Iba mucho más seguro de mí mismo, porque sabía lo que me iba a encontrar, ya lo había vivido. Pero me he dado cuenta de que no te acostumbras nunca a ver a otras personas que tienen necesidades.

He vuelto a llorar mucho. He vuelto a tener la sensación de que nos dedicamos a lo que no es importante, a sentir impotencia por no poder ayudar más a todas estas personas. Pero por otro parte, he visto sus caras de felicidad, de agradecimiento con lo poco que tienen.

El #RetoPichon2018

Este viaje tenía un objetivo claro: preparar el #RetoPichon2018. Mi primer viaje a la India en 2016 marcó mi vida, me convencí de que tenía que hacer algo para ayudar a estas personas, tenía que hacer algo para ayudar a las mujeres, tenía que hacer algo para ayudar a las mujeres con discapacidad. Porque las abandonan a su suerte, porque son consideradas por sus familias como una carga, porque están excluidas solo por su condición de mujer y discapacitada.

Pondré mi granito de arena en un proyecto muy ilusionante de la Fundación Vicente Ferrer

Este es el momento. Este año voy a luchar con todas mis fuerzas por intentar cambiar la vida de 70 mujeres con discapacidad. Voy a intentar poner mi granito de arena en un proyecto muy ilusionante de la Fundación Vicente Ferrer: construir una residencia para 70 mujeres con discapacidad. Un sitio donde puedan vivir, donde puedan estar, y además recibir formación para que tengan una oportunidad en sus vidas.

 

Durante los próximos meses voy a entrenar duro porque voy a nadar 14 kilómetros, rodar en bicicleta 543 kilómetros y correr 126 kilómetros por esta causa. Además del reto deportivo tengo muchas ganas de difundir la necesidad que estas personas tienen de ayuda. Está en nuestra mano que tengan una vida mejor.

Ahora sé que muy pronto volveré a la India. Y será para ver cómo se inaugura la residencia, comprobar las nuevas oportunidades que les ofrece la vida, y lo mejor de todo: ver sus caras sonrientes.

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